martes, 17 de noviembre de 2009

NOTICIAS DE AEMO (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS DEL OLIVO)


Las singulares condiciones climáticas provocan un claro adelanto de la recolección en el olivar español

La falta de lluvia y las altas temperaturas otoñales provocan que la práctica totalidad de las almazaras de Córdoba, Sevilla o Cádiz estén ya molturando a ritmo de crucero, y que las grandes cooperativas de Jaén anuncien su apertura para el 15 de noviembre, dos semanas antes de lo habitual

Es una realidad que en los últimos 12 meses los valores de las distintas variables meteorológicas han sido raros si los comparamos con un año normal.

El pasado otoño-invierno, cuando se gestaba la presente cosecha, presentó buenos datos de precipitación y temperaturas que auguraban una gran cosecha 2009-2010. Pero la primavera evolucionó de forma negativa para el cultivo del olivo porque no se presentaron las lluvias necesarias para elevar la humedad del suelo, lo que hace que la planta de secano, ante la escasez de reservas, autorregule a la baja su propia cosecha.

Posteriormente el calor del verano tardó en llegar pero cuando lo hizo fue intenso y las altas temperaturas se han establecido demasiado, hasta bien entrado el presente otoño. De hecho, aún encontrándonos a mediados de noviembre, las horas de frio no se han presentado en buena parte del territorio oleícola español. Además el otoño está siendo seco o muy seco en la mayoría de las comarcas.

Y siendo así estas condiciones climáticas anómalas han conllevado un proceso de maduración de la aceituna y de vegetación del árbol irregular y anormal.

Una consecuencia clara es la maduración adelantada de la aceituna que se muestra en índices de maduración más avanzados que lo habitual en estas fechas. Esto ha provocado que las almazaras estén recepcionando más fruto en los primeros días de campaña y que la apertura de las fábricas se haya adelantado en gran parte de Andalucía.

Por otro lado, con el comienzo de la recolección ha aparecido en algunas zonas un problema que no es habitual. Se constata que el olivo está aún en savia, es decir todavía no ha entrado en el reposo invernal lo que no es favorable para la práctica de la recolección. Esto ha provocado que en algunos casos se estén produciendo daños en las ramas o troncos por los distintos sistemas de recolección. Ya sean las pinzas de los vibradores o las propias varas. Al estar el olivo en savia la corteza se despega con mucha facilidad y se producen daños importantes en las zonas de agarre de la maquinaria.

Por otro lado y según los datos que nos van llegando los rendimientos grasos de éste año van a ser superiores a la campaña anterior, de hecho los primeros análisis arrojan cifras medias-altas de grasa total en la aceituna lo que, sin duda, puede estar relacionado con el adelanto comentado de la maduración.

En síntesis pensamos que la cosecha podría ser menor que la esperada. Casi todas las previsiones (Junta de Andalucía, FAECA) rondan 1.200.000 toneladas de aceite en España, pero habrá que esperar la respuesta real del olivar ante este año tan anormal climatológicamente. Para nosotros este sería el techo de cosecha al cual probablemente no se llegue.

Todas estas circunstancias tendrán también consecuencias en el mercado del aceite de oliva y la evolución de sus precios. Ocurrirá que cuando se comiencen a publicar los datos de los primeros meses de cosecha se pensará que va a ser mayor de lo que realmente es, porque se proyectarán los siguientes meses según los datos iniciales. Pero cuando se medie o acabe la cosecha se constatará que en los últimos meses de recolección las entradas de aceituna habrán sido menores que las previstas.

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