Incentivar la recolección temprana en las cooperativas
El aceite verde de principio de campaña tiene un valor añadido por su calidad, su fuerza y su oportunidad, y el mercado lo valora especialmente. Las cooperativas deberían incorporar este criterio a la hora de liquidar a sus asociados
Las almazaras privadas lo saben y cuando recogen a sus clientes las primeras aceitunas las suelen liquidar a mayor precio y lo hacen porque el mercado se lo paga. En este sentido los olivareros que optan por vender sus aceitunas a los industriales tienen esta ventaja.
Pero nos ponemos en la piel de un cooperativista que entrega su aceituna en noviembre sirviendo a su empresa un aceite verde, de frutado intenso y, por supuesto, procedente del vuelo. Además brinda a la cooperativa la oportunidad de negociar su aceite en los inicios de campaña, lo que según esté el mercado, puede suponerle claras ventajas económicas o destinarlo a sus envases más nobles y preciados. Y la pregunta es ¿Se le reconoce su aportación?, probablemente en el 99% de las cooperativas españolas la respuesta es no.
Hace años que las cooperativas valoran la aceituna según su rendimiento graso como no podía ser de otra forma, posteriormente se incorporó en gran parte de ellas el criterio del grado de acidez. En algunas, además, se valora también la separación suelo-vuelo o el grado de limpieza con el que llega la aceituna en el remolque, pero pocas o ninguna han incorporado en sus tablillas el criterio del momento de recolección en la liquidación final de la aceituna y, en nuestra opinión, hacerlo sería un claro avance en pos de la calidad y de la buena gestión de la sociedad cooperativa.
La recolección temprana, además, presenta evidentes ventajas para el agricultor.
Por un lado supone que el fruto se recoge del vuelo, evitando sobrecostes derivados de recolectar la aceituna del suelo. Además si la recolección se realiza pronto existen evidencias de que la cosecha del año siguiente será mayor, puesto que la diferenciación floral se produce en la época de recolección del año en curso, por tanto si descargamos pronto el olivo éste dispondrá de más reservas para la próxima cosecha. En síntesis, disminuye la vecería.
Y ni que decir tiene que la calidad del aceite es mucho mayor, goza de más intensidad de sabores y olores y mayor estabilidad.
Incorporar este criterio en la valoración de la aceituna es tan fácil como considerar la fecha de entrega por parte del agricultor, lo cual ya va incorporado en los vales. En zonas donde existan diferentes variedades debería considerarse esta variable para determinar los intervalos de fechas que se consideran tempranos, medios o tardíos. Por supuesto no podemos comparar la fecha de entrega de una arbequina con una hojiblanca, pero si la de dos hojiblancas.
Felicitaremos desde aquí a las cooperativas que integren este nuevo criterio en sus liquidaciones, o ya lo hayan hecho, porque habrán dado un paso firme en favor de la calidad del producto y porque habrán tenido que lidiar la propuesta con un toro bravo donde los haya, su respectiva asamblea de socios.
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