Navarra se apunta la primera legislación en España que habilita la venta directa desde el campo, una útil herramienta que contribuye firmemente al verdadero desarrollo rural
El Gobierno Foral desarrolla una ley que permite al agricultor vender toda o parte de su producción directamente al consumidor en la propia finca, ferias regionales o mercadillos artesanales, a semejanza de otras legislaciones vigentes en Francia o Italia. El proyecto de ley considera la venta desde el origen de verduras, frutas, cárnicos, lácteos, huevos, zumos, licores… y aceite de oliva virgen extra
Cuando el agricultor ve madurar su aceituna, después de un duro año de trabajo, y se dispone a recolectarla reflexiona sobre quien es su comprador potencial e inevitablemente visualiza a cinco grandes grupos que van a marcarle el precio y valorarle su trabajo desde un frío despacho en el centro de Madrid (o Lisboa) y esto no es ni bueno, ni malo, es la cruda realidad.
Con la ley de venta directa, allá donde se legalice, algo puede cambiar.
Tras su aprobación en Navarra esta norma va a habilitar al agricultor para servir legalmente su producto a su familia, sus amigos, sus vecinos o a los curiosos consumidores de la capital que se acerquen el fin de semana a comprar, por ejemplo, el aceite del año al tiempo que le explican a sus hijos como se cultiva un olivo y como crece su fruto, la aceituna. Esto es verdadero desarrollo rural y esto es valor añadido en el origen, y así se puede constatar en
La venta directa desde el origen al consumidor es, faltaría más, una aspiración legítima que tienen los agricultores de la misma forma que la distribución aspira y lucha ahora por convertirse también en productor primario y blindar su propia cadena de producción-transformación-comercialización (véase la tercera noticia de éste boletín).
Los amigos de AEMO (Asociación Española de municipios del Olivo), nos han hecho llegar un nuevo boletín informativo del que queremos destacar, la que nos parece una buena iniciativa.
La iniciativa que ha surgido en Navarra, como lo hizo antes en algunos de nuestros socios europeos, ha sido impulsada por Nabai y tiene por objeto permitir a las pequeñas y medianas explotaciones "desarrollar una nueva actividad complementaria" que diversifique sus fuentes de ingresos y dote de viabilidad al sector, como ya se hace en otras comunidades europeas.
Otros propósitos de esta proposición de ley, que ahora deberá aprobar el pleno del Parlamento foral, son la obtención de "rentas dignas" y "precios justos", y el desarrollo de una gama de productos "diferenciados" capaz de potenciar "circuitos cortos y directos de comercialización" que contribuyan a asegurar la "continuidad" de las explotaciones del sector primario.
Para ello, según ha informado el Legislativo navarro en nota de prensa, el texto considera producción artesanal vinculada a la explotación agraria la "manipulación, transformación y venta de productos agrarios" a partir de materias primas principales obtenidas únicamente en las explotaciones inscritas en el Registro de Explotaciones Agrarias de Navarra.
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